- <p>Eres el guerrero Lobo Solitario, último de los maestros del Kai de Sommerlund y único superviviente de la matanza que aniquiló a tus hermanos de armas en una encarnizada guerra contra vuestros inveterados enemigos, los Señores de la oscuridad de Helgedad.</p>\r
- <p>Han transcurrido muchos siglos desde que Águila del Sol, el primero de los vuestros, estableció la Orden del Kai. Ayudado por los magos de Dessi, llevó a cabo una peligrosa búsqueda para hallar siete cristales de energía conocidos como las Piedras de la ciencia de Nyxator y tras su descubrimiento dispuso de una gran sabiduría y de una fuerza que radicaban tanto dentro de las propias Piedras de la Ciencia como en él mismo. Anotó la naturaleza de sus descubrimientos y experiencias en un gran volumen titulado El Libro del Magnakai. Has descubierto ese tesoro perdido del Kai y prometido solemnemente devolver a su antigua gloria al Kai, garantizando así la seguridad de tu país en años venideros. Para cumplir tu compromiso has de completar la búsqueda acometida por Águila del Sol hace más de un milenio: la búsqueda de las siete Piedras de la ciencia que contienen el poder y la sabiduría de tus ancestros.</p>\r
- <p>Tu búsqueda te ha llevado ya muy lejos de tu patria septentrional. Siguiendo los pasos del primer Gran Maestro del Kai, fuiste a Dessi y recurriste a la ayuda de los Ancianos Magos, los hechiceros que hace tanto tiempo ayudaron en su búsqueda a Águila del Sol. Allí supiste que durante siglos los Ancianos Magos habían aguardado tu llegada. Una antigua leyenda de Dessi habla del nacimiento y engrandecimiento de dos «koura-tas-kai», que significa «Hijos del Sol». A uno se le llamó Ikar, que significa «águila», y al otro Skarn, que significa «lobo». Según una profecía, los koura-tas-kai llegarían del norte en busca del consejo de los Ancianos Magos para llevar a cabo una gran empresa. Aunque separados por varios siglos, compartirían espíritu, propósito y destino. Triunfar sobre los Señores de la Oscuridad en una época de grandes peligros. Los Ancianos Magos sabían que tú eras Skarn, el lobo de la leyenda de Dessi, y conforme a sus antiguos votos prometieron ayudarte a completar la búsqueda del Magnakai.</p>\r
- <p>En Elzian, la capital de Dessi, fuiste instruido en los relatos de Magnamund y recibiste lecciones en la ciencia que habrías aprendido de los maestros del Kai si, como tú, hubiesen sobrevivido ellos al criminal ataque del Señor de la Oscuridad contra el monasterio del Kai doce años atrás. Estabas dispuesto a dominar todo lo que los Ancianos Magos podrían enseñarte como preparación del próximo episodio de tu búsqueda, pero la guerra dio al traste tu formación. En Helgedad, la capital de los Darklands, la guerra civil fue al fin ganada por un Señor de la Oscuridad llamado Gnaag. Los demás Señores de la Oscuridad se unieron ahora tras este nuevo jefe, quien les ordenó reclutar grandes ejércitos y prepararse para la conquista de Magnamund. Sus legiones Giak crecieron rápidamente en número y así pudo Gnaag acometer una rápida invasión que habría de sorprender a los países libres. Sus legiones avanzaron sin problemas hasta que, en la Batalla de Tahou, modificaste decisivamente el giro de la guerra en perjuicio de Gnaag, al vencer a su poderoso aliado, el Zajan Kimah, en mortal combate.</p>\r
- <p>La victoria de Tahou despejó el camino para la liberación de todos los países que Gnaag había tomado a la fuerza. Pero el dulce sabor de la victoria se amargó cuando descubriste que se había apoderado de las últimas tres Piedras de la Ciencia de Nyxator, y que había jurado vengarse de su derrota, destruyéndolas y matándote. Alarmados por estas noticias, el Gran consejo de los Ancianos Magos te ayudó a preparar un plan de acción. Tenían informes de sus aliados occidentales de que las Piedras de la Ciencia habían sido depositadas en la ciudad-fortaleza de Torgar, donde los hechiceros de Gnaag, los Nadziranim, estaban investigando el método de destruirlas. Temiendo por que consiguieran su propósito, los Ancianos magos prepararon tu traslado secreto a Torgar, y después de un largo y peligroso viaje, llegaste para verla asediada por los ejércitos aliados de Talestria y Palmyrion. Durante los muchos meses de la invasión de los Señores de la Oscuridad, cientos de talestrianos fueron esclavizados y condenados a trabajar en las mazmorras y en las minas de azufre de las profundidades de Torgar. Su situación era desesperanzadora hasta que los ejércitos aliados, bajo mando de Lord Adamas de Garthen, llegó finalmente para liberarlos. Debido en parte a tu valor y habilidad en durante el asalto, las tropas de Lord Adamas fueron capaces de traspasar la gran puerta de Torgar y tomar por asalto la ciudad. Durante esa cruenta lucha conseguiste entrar en la cámara en el corazón de la ciudadela donde los Nadziranim intentaban destruir las Piedras de la Ciencia. Sobre un negra fosa circular, tres radiantes gemas estaban suspendidas en un bola de fuego de energía negativa, una hilera de haces de luz que enfocaban a las Piedras se distribuía alrededor del foso, por medio de una especie de andamio fuiste capaz de escalar sobre los haces de energía y apoderarte de una de las tres Piedras de la Ciencia. Pero, cuando ibas a alcanzar las dos restantes, la cámara retumbó con la terrible voz del Señor de la Oscuridad Gnaag. «¡La venganza es mía!» vociferó, y en un instante un relámpago azul salió de una bola que tenía en su mano de mosca. Estrellándose en el frágil armazón de hierro del andamio, la onda expansiva lanzó a las dos Piedras de la ciencia hacia el foso. Un segundo rayo partió el andamio en dos, y con la horrible risa del Señor de la Oscuridad Gnaag en tus oídos, caíste en el portal de la total oscuridad, una Puerta de las Sombras, conduciéndote al mundo crepuscular del Plano del Daziarn.</p>\r
- <p>Al entrar en los desolados yermos del Daziarn recordaste lo poco que te habían contado de este mundo perdido. Los magos de Sommerlund creen que es un corredor astral que conecta el planeta de Magnamund con otros planos de existencia. Al pasar por una Puerta de las Sombras, una de las cuales está situada bajo la Cámara del gremio en la ciudad de Toran, una persona podría entrar en el Daziarn. Sin embargo, todos los que cruzaron la Puerta de las Sombras de Toran, jamás volvieron a ser vistos, por lo que los magos creen que el viaje solo puede ser en una dirección. Era un rumor que del Daziarn no había escapatoria posible.</p>\r
- <p>Tu juramento de restaurar el Kai y tu voluntad de sobrevivir contra todo, afirmaron tu determinación para recobrar las dos últimas Piedras de la Ciencia y para encontrar un camino de vuelta a tu mundo. En el transcurso de tu búsqueda descubriste que tu lucha contra las fuerzas de la oscuridad era el centro de un conflicto de mayores proporciones que se desarrollaba en todos los planos de existencia, y que se resolvería tan solo con las acciones de una sola persona, que podría asegurar el futuro de todas las formas de vida. Fue una gran revelación el descubrir que tú eras esa persona.</p>\r
- <p>Parte de tu destino se completó cuando combatiste y venciste al Señor del Caos, líder de las fuerzas del mal que trataban de conquistar el Daziarn. Recobraste una de las Piedras y con la ayuda de una semi-diosa llamada Serocca, fuiste capaz de encontrar la localización de una Puerta de las Sombras que te devolvería a tu propio mundo. Allí tu búsqueda culminó en una batalla con tu viejo enemigo, Vonotar el Traidor, que se había apoderado de la otra Piedra de la Ciencia y controlaba la ciudad donde estaba la Puerta. Intentó usar el poder de la Piedra para regresar a Magnamund, pero tu valor y determinación frustró sus planes. En un combate desesperado en el mismísimo umbral de la Puerta de las Sombras, lo derrotaste y conseguiste la última Piedra, completando la búsqueda del Magnakai. Instantáneamente, una oleada de poder te invadió, llevándote a un nivel de conciencia por encima de los límites de los mortales. Dejándote llevar por ese poder y bajo su guía te adentraste en la Puerta de las Sombras, en la fría oscuridad y comenzaste tu triunfal retorno al mundo donde naciste.</p>\r
+ <p>Eres el guerrero Lobo Solitario, último de los maestros del Kai de Sommerlund y único superviviente de la matanza que aniquiló a tus hermanos de armas en una encarnizada guerra contra vuestros inveterados enemigos, los Señores de la oscuridad de Helgedad.</p>\r
+ <p>Han transcurrido muchos siglos desde que Águila del Sol, el primero de los vuestros, estableció la Orden del Kai. Ayudado por los magos de Dessi, llevó a cabo una peligrosa búsqueda para hallar siete cristales de energía conocidos como las Piedras de la ciencia de Nyxator y tras su descubrimiento dispuso de una gran sabiduría y de una fuerza que radicaban tanto dentro de las propias Piedras de la Ciencia como en él mismo. Anotó la naturaleza de sus descubrimientos y experiencias en un gran volumen titulado El Libro del Magnakai. Has descubierto ese tesoro perdido del Kai y prometido solemnemente devolver a su antigua gloria al Kai, garantizando así la seguridad de tu país en años venideros. Para cumplir tu compromiso has de completar la búsqueda acometida por Águila del Sol hace más de un milenio: la búsqueda de las siete Piedras de la ciencia que contienen el poder y la sabiduría de tus ancestros.</p>\r
+ <p>Tu búsqueda te ha llevado ya muy lejos de tu patria septentrional. Siguiendo los pasos del primer Gran Maestro del Kai, fuiste a Dessi y recurriste a la ayuda de los Ancianos Magos, los hechiceros que hace tanto tiempo ayudaron en su búsqueda a Águila del Sol. Allí supiste que durante siglos los Ancianos Magos habían aguardado tu llegada. Una antigua leyenda de Dessi habla del nacimiento y engrandecimiento de dos «koura-tas-kai», que significa «Hijos del Sol». A uno se le llamó Ikar, que significa «águila», y al otro Skarn, que significa «lobo». Según una profecía, los koura-tas-kai llegarían del norte en busca del consejo de los Ancianos Magos para llevar a cabo una gran empresa. Aunque separados por varios siglos, compartirían espíritu, propósito y destino. Triunfar sobre los Señores de la Oscuridad en una época de grandes peligros. Los Ancianos Magos sabían que tú eras Skarn, el lobo de la leyenda de Dessi, y conforme a sus antiguos votos prometieron ayudarte a completar la búsqueda del Magnakai.</p>\r
+ <p>En Elzian, la capital de Dessi, fuiste instruido en los relatos de Magnamund y recibiste lecciones en la ciencia que habrías aprendido de los maestros del Kai si, como tú, hubiesen sobrevivido ellos al criminal ataque del Señor de la Oscuridad contra el monasterio del Kai doce años atrás. Estabas dispuesto a dominar todo lo que los Ancianos Magos podrían enseñarte como preparación del próximo episodio de tu búsqueda, pero la guerra dio al traste tu formación. En Helgedad, la capital de los Darklands, la guerra civil fue al fin ganada por un Señor de la Oscuridad llamado Gnaag. Los demás Señores de la Oscuridad se unieron ahora tras este nuevo jefe, quien les ordenó reclutar grandes ejércitos y prepararse para la conquista de Magnamund. Sus legiones Giak crecieron rápidamente en número y así pudo Gnaag acometer una rápida invasión que habría de sorprender a los países libres. Sus legiones avanzaron sin problemas hasta que, en la Batalla de Tahou, modificaste decisivamente el giro de la guerra en perjuicio de Gnaag, al vencer a su poderoso aliado, el Zajan Kimah, en mortal combate.</p>\r
+ <p>La victoria de Tahou despejó el camino para la liberación de todos los países que Gnaag había tomado a la fuerza. Pero el dulce sabor de la victoria se amargó cuando descubriste que se había apoderado de las últimas tres Piedras de la Ciencia de Nyxator, y que había jurado vengarse de su derrota, destruyéndolas y matándote. Alarmados por estas noticias, el Gran consejo de los Ancianos Magos te ayudó a preparar un plan de acción. Tenían informes de sus aliados occidentales de que las Piedras de la Ciencia habían sido depositadas en la ciudad-fortaleza de Torgar, donde los hechiceros de Gnaag, los Nadziranim, estaban investigando el método de destruirlas. Temiendo por que consiguieran su propósito, los Ancianos magos prepararon tu traslado secreto a Torgar, y después de un largo y peligroso viaje, llegaste para verla asediada por los ejércitos aliados de Talestria y Palmyrion. Durante los muchos meses de la invasión de los Señores de la Oscuridad, cientos de talestrianos fueron esclavizados y condenados a trabajar en las mazmorras y en las minas de azufre de las profundidades de Torgar. Su situación era desesperanzadora hasta que los ejércitos aliados, bajo mando de Lord Adamas de Garthen, llegó finalmente para liberarlos. Debido en parte a tu valor y habilidad en durante el asalto, las tropas de Lord Adamas fueron capaces de traspasar la gran puerta de Torgar y tomar por asalto la ciudad. Durante esa cruenta lucha conseguiste entrar en la cámara en el corazón de la ciudadela donde los Nadziranim intentaban destruir las Piedras de la Ciencia. Sobre un negra fosa circular, tres radiantes gemas estaban suspendidas en un bola de fuego de energía negativa, una hilera de haces de luz que enfocaban a las Piedras se distribuía alrededor del foso, por medio de una especie de andamio fuiste capaz de escalar sobre los haces de energía y apoderarte de una de las tres Piedras de la Ciencia. Pero, cuando ibas a alcanzar las dos restantes, la cámara retumbó con la terrible voz del Señor de la Oscuridad Gnaag. «¡La venganza es mía!» vociferó, y en un instante un relámpago azul salió de una bola que tenía en su mano de mosca. Estrellándose en el frágil armazón de hierro del andamio, la onda expansiva lanzó a las dos Piedras de la ciencia hacia el foso. Un segundo rayo partió el andamio en dos, y con la horrible risa del Señor de la Oscuridad Gnaag en tus oídos, caíste en el portal de la total oscuridad, una Puerta de las Sombras, conduciéndote al mundo crepuscular del Plano del Daziarn.</p>\r
+ <p>Al entrar en los desolados yermos del Daziarn recordaste lo poco que te habían contado de este mundo perdido. Los magos de Sommerlund creen que es un corredor astral que conecta el planeta de Magnamund con otros planos de existencia. Al pasar por una Puerta de las Sombras, una de las cuales está situada bajo la Cámara del gremio en la ciudad de Toran, una persona podría entrar en el Daziarn. Sin embargo, todos los que cruzaron la Puerta de las Sombras de Toran, jamás volvieron a ser vistos, por lo que los magos creen que el viaje solo puede ser en una dirección. Era un rumor que del Daziarn no había escapatoria posible.</p>\r
+ <p>Tu juramento de restaurar el Kai y tu voluntad de sobrevivir contra todo, afirmaron tu determinación para recobrar las dos últimas Piedras de la Ciencia y para encontrar un camino de vuelta a tu mundo. En el transcurso de tu búsqueda descubriste que tu lucha contra las fuerzas de la oscuridad era el centro de un conflicto de mayores proporciones que se desarrollaba en todos los planos de existencia, y que se resolvería tan solo con las acciones de una sola persona, que podría asegurar el futuro de todas las formas de vida. Fue una gran revelación el descubrir que tú eras esa persona.</p>\r
+ <p>Parte de tu destino se completó cuando combatiste y venciste al Señor del Caos, líder de las fuerzas del mal que trataban de conquistar el Daziarn. Recobraste una de las Piedras y con la ayuda de una semi-diosa llamada Serocca, fuiste capaz de encontrar la localización de una Puerta de las Sombras que te devolvería a tu propio mundo. Allí tu búsqueda culminó en una batalla con tu viejo enemigo, Vonotar el Traidor, que se había apoderado de la otra Piedra de la Ciencia y controlaba la ciudad donde estaba la Puerta. Intentó usar el poder de la Piedra para regresar a Magnamund, pero tu valor y determinación frustró sus planes. En un combate desesperado en el mismísimo umbral de la Puerta de las Sombras, lo derrotaste y conseguiste la última Piedra, completando la búsqueda del Magnakai. Instantáneamente, una oleada de poder te invadió, llevándote a un nivel de conciencia por encima de los límites de los mortales. Dejándote llevar por ese poder y bajo su guía te adentraste en la Puerta de las Sombras, en la fría oscuridad y comenzaste tu triunfal retorno al mundo donde naciste.</p>\r