- <p>Eres el Gran Maestro Lobo Solitario, último de los Señores Kai de Sommerlund y único superviviente de la masacre que acabó con la Primera Orden de tu casta de guerreros de élite.</p>\r
- <p>Es el año MS 5075 y han pasado veinticinco desde que tus valientes camaradas perecieron a manos de los Señores Oscuros de Helgedad. Estos campeones del mal, que fueron enviados por Naar, el Rey de la Oscuridad, para destruir el fértil mundo de Magnamund, fueron asimismo destruidos. Juraste vengar el asesinato del Kai y mantuviste tu promesa, pues fuiste tú quien causó su caída cuando te infiltraste en solitario en sus repulsivos dominios<ch.emdash/>los Darklands<ch.emdash/>y provocaste la destrucción de su líder, el Señor de la Guerra Gnaag, y la del núcleo de su cancerígeno poder que era la ciudad infernal de Helgedad.</p>\r
- <p>A raíz de su destrucción, el caos cayó sobre los ejércitos de Darkland quienes, hasta entonces, habían estado a punto de conquistar todo el Norte de Magnamund. Algunas facciones que habían formado parte de este enorme ejército, especialmente los bárbaros Drakkarim, comenzaron a luchar contra las otras por el control. Este desorden pronto se convirtió en una guerra civil total, que dio tiempo a los ejércitos de los Pueblos Libres de Magnamund a recuperarse y lanzar una contraofensiva. Sus comandantes hábilmente explotaron el caos y aseguraron una rápida y completa victoria sobre un enemigo muy superior en número.</p>\r
- <p>Durante cinco años la paz ha reinado en Sommerlund. Bajo tu dirección, el en su día destrozado Monasterio del Kai ha sido completamente reconstruido y su antigua gloria restaurada, y has comenzado la tarea de entrenar a una Segunda Orden de guerreros del Kai para que las habilidades y las orgullosas tradiciones de tus antepasados pervivan durante siglos. La nueva generación de reclutas del Kai, que nacieron durante la era de la guerra contra los Señores Oscuros, posee habilidades Kai latentes y resulta excepcionalmente prometedora. Estas habilidades serán educadas y afinadas hasta la perfección durante su estancia en el monasterio para que puedan enseñar e inspirar a futuras generaciones, garantizando así la seguridad de tu patria en años futuros.</p>\r
- <p>La obtención del rango de Gran Maestro del Kai ha traído consigo grandes recompensas. Algunas, como la restauración del Kai y la eterna gratitud de tus compatriotas Somlendinos, eran previsibles. Sin embargo ha habido recompensas que no podrías haber previsto. El descubrimiento de que en tu interior se encuentra el potencial para desarrollar Disciplinas del Kai más allá de las del Magnakai, que, hasta ahora, se pensaba que era lo máximo a lo que un Maestro del Kai podría aspirar, ha sido una auténtica revelación. Tu descubrimiento te ha inspirado para establecer un nuevo y previamente desconocido camino en la búsqueda de una sabiduría y un poder que ningún Señor del Kai anterior a ti jamás ha poseído. En el nombre de tu creador, el Dios Kai, y para mayor gloria de Sommerlund y de la Diosa Ishir, has jurado alcanzar la cúspide de la perfección del Kai<ch.emdash/>para conseguir todas las Disciplinas de Gran Maestro y convertirte en el primer Maestro Supremo del Kai.</p>\r
- <p>Con diligencia y determinación te dedicaste a la restauración del Monasterio del Kai y organizaste el entrenamiento de los reclutas de la Segunda Orden. Tus esfuerzos pronto fueron recompensados y, en el corto plazo de dos años, los primeros se graduaron para convertirse en un grupo de talentosos Maestros del Kai quienes, a su vez, fueron capaces de comenzar la enseñanza de sus habilidades a posteriores novicios del Kai. Los Maestros del Kai rápidamente asumieron sus nuevas responsabilidades, por lo que pudiste dedicar más de tu tiempo a la búsqueda y la perfección de las Disciplinas de Gran Maestro. Durante este periodo también recibiste tutela experta en los caminos de la magia de dos de tus consejeros y amigos de mayor confianza: el Maestre Banedon, líder de la Hermandad de la Estrella de Cristal, y Lord Rimoah, portavoz del Alto Consejo de los Ancianos Magos.</p>\r
- <p>En el más profundo nivel subterráneo del monasterio, a treinta metros por debajo de la Torre del Sol, ordenaste la excavación y la construcción de una cámara especial. En esta magnífica bóveda construida con granito y oro, colocaste las siete Piedras de la Ciencia de Nyxator, las gemas de poder Kai que habías recuperado durante tu búsqueda del Magnakai. Fue aquí, bañado por la luz dorada de estas radiantes gemas, donde pasaste incontables horas en la búsqueda de la perfección. Unas veces solo, y otras en compañía de tus dos capaces consejeros<ch.emdash/>Banedon y Rimoah<ch.emdash/> trabajaste duramente para desarrollar tus innatas Disciplinas de Gran Maestro y para comprender los secretos fundamentales de la magia de la Mano Izquierda y del Antiguo Reino. Durante este tiempo has notado muchos cambios notables que han tenido lugar en tu cuerpo: te has vuelto física y mentalmente más fuerte, tus cinco sentidos básicos se han agudizado más allá de lo que hubieras experimentado antes, y, quizá lo más notable, tu cuerpo ha empezado a envejecer a un ritmo mucho más lento. Ahora, por cada cinco años que transcurren tú sólo envejeces uno.</p>\r
- <p>En esta época ocurrieron muchos cambios más allá de las fronteras de Sommerlund. En las regiones del noreste de Magador y del precipicio de Maaken, los Ancianos Magos de Dessi y los Alquimistas de Bautar estuvieron trabajando juntos en un esfuerzo por devolver el polvoriento páramo volcánico a su antiguo estado fértil. Fue el primer paso tentativo hacia la recuperación de todas las Darklands. Sin embargo, aunque se ha alcanzado notables éxitos en aquellas regiones, generalmente su progreso fue muy lento y ambas partes se resignaron al hecho de que sus esfuerzos por deshacer el daño causado por los Señores Oscuros requeriría no años, sino siglos para completarse.</p>\r
- <p>En el extremo oeste, los Drakkarim se habían retirado a sus tierras natales y se involucraron en una sangrienta guerra contra los Lencianos. Gran parte de Nyras había sido reclamado por los ejércitos del Rey Sarnac, el comandante Lenciano, y su bandera ondeaba sobre una tierra que, dos mil años antes, había sido parte de Lencia.</p>\r
- <p>Tras la destrucción de los Señores Oscuros de Helgedad, los Giaks, los más prolíficos en número de todas las tropas de Gnaag, huyeron hacia los Darklands y buscaron refugio en las gigantescas ciudades-fortaleza de Nadgazad, Aarnak, Gournen, y Kaag. Dentro de cada una de estas fortalezas infernales ahora existe un estado de frenética guerra civil mientras remanentes de Xaghash (Señores Oscuros menores) y de Nadziranim (malignos practicantes de la magia de la Mano Derecha quienes una vez ayudaron a algunos Señores Oscuros individualmente) luchan por el control. En virtud a sus localizaciones geográficas, y a las luchas que tienen lugar dentro de ellas, cada una de estas ciudades-fortaleza está aislada de las demás y no suponen una amenaza inminente para los pueblos de los Reinos Libres. La opinión generalizada es que para cuando los Ancianos Magos y los Alquimistas lleguen a los muros de estos baluartes, hará mucho que sus ocupantes hayan provocado su propia extinción.</p>\r
- <p>En otros lugares, por todo el Norte de Magnamund, la paz reina victoriosa y los pueblos de los Reinos Libres se regocijan al saber que la edad de los Señores Oscuros ha llegado a su fin. Los hombres han cambiado rápidamente sus espadas por azadas y los escudos por arados, y ahora la única marcha que realizan es a lo largo de los surcos de sus campos recién roturados. Pocos son los ojos atentos que escudriñan el lejano horizonte con miedo por lo que pudiera aparecer, sin embargo hay quienes todavía mantienen su vigilancia, pues los agentes de Naar tienen muchas formas y hay en Magnamund aquéllos que esperan silenciosamente en las sombras la oportunidad para realizar su malvada voluntad.</p>\r
+ <p>Eres el Gran Maestro Lobo Solitario, último de los Señores Kai de Sommerlund y único superviviente de la masacre que acabó con la Primera Orden de tu casta de guerreros de élite.</p>\r
+ <p>Es el año MS 5075 y han pasado veinticinco desde que tus valientes camaradas perecieron a manos de los Señores Oscuros de Helgedad. Estos campeones del mal, que fueron enviados por Naar, el Rey de la Oscuridad, para destruir el fértil mundo de Magnamund, fueron asimismo destruidos. Juraste vengar el asesinato del Kai y mantuviste tu promesa, pues fuiste tú quien causó su caída cuando te infiltraste en solitario en sus repulsivos dominios<ch.emdash/>los Darklands<ch.emdash/>y provocaste la destrucción de su líder, el Señor de la Guerra Gnaag, y la del núcleo de su cancerígeno poder que era la ciudad infernal de Helgedad.</p>\r
+ <p>A raíz de su destrucción, el caos cayó sobre los ejércitos de Darkland quienes, hasta entonces, habían estado a punto de conquistar todo el Norte de Magnamund. Algunas facciones que habían formado parte de este enorme ejército, especialmente los bárbaros Drakkarim, comenzaron a luchar contra las otras por el control. Este desorden pronto se convirtió en una guerra civil total, que dio tiempo a los ejércitos de los Pueblos Libres de Magnamund a recuperarse y lanzar una contraofensiva. Sus comandantes hábilmente explotaron el caos y aseguraron una rápida y completa victoria sobre un enemigo muy superior en número.</p>\r
+ <p>Durante cinco años la paz ha reinado en Sommerlund. Bajo tu dirección, el en su día destrozado Monasterio del Kai ha sido completamente reconstruido y su antigua gloria restaurada, y has comenzado la tarea de entrenar a una Segunda Orden de guerreros del Kai para que las habilidades y las orgullosas tradiciones de tus antepasados pervivan durante siglos. La nueva generación de reclutas del Kai, que nacieron durante la era de la guerra contra los Señores Oscuros, posee habilidades Kai latentes y resulta excepcionalmente prometedora. Estas habilidades serán educadas y afinadas hasta la perfección durante su estancia en el monasterio para que puedan enseñar e inspirar a futuras generaciones, garantizando así la seguridad de tu patria en años futuros.</p>\r
+ <p>La obtención del rango de Gran Maestro del Kai ha traído consigo grandes recompensas. Algunas, como la restauración del Kai y la eterna gratitud de tus compatriotas Somlendinos, eran previsibles. Sin embargo ha habido recompensas que no podrías haber previsto. El descubrimiento de que en tu interior se encuentra el potencial para desarrollar Disciplinas del Kai más allá de las del Magnakai, que, hasta ahora, se pensaba que era lo máximo a lo que un Maestro del Kai podría aspirar, ha sido una auténtica revelación. Tu descubrimiento te ha inspirado para establecer un nuevo y previamente desconocido camino en la búsqueda de una sabiduría y un poder que ningún Señor del Kai anterior a ti jamás ha poseído. En el nombre de tu creador, el Dios Kai, y para mayor gloria de Sommerlund y de la Diosa Ishir, has jurado alcanzar la cúspide de la perfección del Kai<ch.emdash/>para conseguir todas las Disciplinas de Gran Maestro y convertirte en el primer Maestro Supremo del Kai.</p>\r
+ <p>Con diligencia y determinación te dedicaste a la restauración del Monasterio del Kai y organizaste el entrenamiento de los reclutas de la Segunda Orden. Tus esfuerzos pronto fueron recompensados y, en el corto plazo de dos años, los primeros se graduaron para convertirse en un grupo de talentosos Maestros del Kai quienes, a su vez, fueron capaces de comenzar la enseñanza de sus habilidades a posteriores novicios del Kai. Los Maestros del Kai rápidamente asumieron sus nuevas responsabilidades, por lo que pudiste dedicar más de tu tiempo a la búsqueda y la perfección de las Disciplinas de Gran Maestro. Durante este periodo también recibiste tutela experta en los caminos de la magia de dos de tus consejeros y amigos de mayor confianza: el Maestre Banedon, líder de la Hermandad de la Estrella de Cristal, y Lord Rimoah, portavoz del Alto Consejo de los Ancianos Magos.</p>\r
+ <p>En el más profundo nivel subterráneo del monasterio, a treinta metros por debajo de la Torre del Sol, ordenaste la excavación y la construcción de una cámara especial. En esta magnífica bóveda construida con granito y oro, colocaste las siete Piedras de la Ciencia de Nyxator, las gemas de poder Kai que habías recuperado durante tu búsqueda del Magnakai. Fue aquí, bañado por la luz dorada de estas radiantes gemas, donde pasaste incontables horas en la búsqueda de la perfección. Unas veces solo, y otras en compañía de tus dos capaces consejeros<ch.emdash/>Banedon y Rimoah<ch.emdash/> trabajaste duramente para desarrollar tus innatas Disciplinas de Gran Maestro y para comprender los secretos fundamentales de la magia de la Mano Izquierda y del Antiguo Reino. Durante este tiempo has notado muchos cambios notables que han tenido lugar en tu cuerpo: te has vuelto física y mentalmente más fuerte, tus cinco sentidos básicos se han agudizado más allá de lo que hubieras experimentado antes, y, quizá lo más notable, tu cuerpo ha empezado a envejecer a un ritmo mucho más lento. Ahora, por cada cinco años que transcurren tú sólo envejeces uno.</p>\r
+ <p>En esta época ocurrieron muchos cambios más allá de las fronteras de Sommerlund. En las regiones del noreste de Magador y del precipicio de Maaken, los Ancianos Magos de Dessi y los Alquimistas de Bautar estuvieron trabajando juntos en un esfuerzo por devolver el polvoriento páramo volcánico a su antiguo estado fértil. Fue el primer paso tentativo hacia la recuperación de todas las Darklands. Sin embargo, aunque se ha alcanzado notables éxitos en aquellas regiones, generalmente su progreso fue muy lento y ambas partes se resignaron al hecho de que sus esfuerzos por deshacer el daño causado por los Señores Oscuros requeriría no años, sino siglos para completarse.</p>\r
+ <p>En el extremo oeste, los Drakkarim se habían retirado a sus tierras natales y se involucraron en una sangrienta guerra contra los Lencianos. Gran parte de Nyras había sido reclamado por los ejércitos del Rey Sarnac, el comandante Lenciano, y su bandera ondeaba sobre una tierra que, dos mil años antes, había sido parte de Lencia.</p>\r
+ <p>Tras la destrucción de los Señores Oscuros de Helgedad, los Giaks, los más prolíficos en número de todas las tropas de Gnaag, huyeron hacia los Darklands y buscaron refugio en las gigantescas ciudades-fortaleza de Nadgazad, Aarnak, Gournen, y Kaag. Dentro de cada una de estas fortalezas infernales ahora existe un estado de frenética guerra civil mientras remanentes de Xaghash (Señores Oscuros menores) y de Nadziranim (malignos practicantes de la magia de la Mano Derecha quienes una vez ayudaron a algunos Señores Oscuros individualmente) luchan por el control. En virtud a sus localizaciones geográficas, y a las luchas que tienen lugar dentro de ellas, cada una de estas ciudades-fortaleza está aislada de las demás y no suponen una amenaza inminente para los pueblos de los Reinos Libres. La opinión generalizada es que para cuando los Ancianos Magos y los Alquimistas lleguen a los muros de estos baluartes, hará mucho que sus ocupantes hayan provocado su propia extinción.</p>\r
+ <p>En otros lugares, por todo el Norte de Magnamund, la paz reina victoriosa y los pueblos de los Reinos Libres se regocijan al saber que la edad de los Señores Oscuros ha llegado a su fin. Los hombres han cambiado rápidamente sus espadas por azadas y los escudos por arados, y ahora la única marcha que realizan es a lo largo de los surcos de sus campos recién roturados. Pocos son los ojos atentos que escudriñan el lejano horizonte con miedo por lo que pudiera aparecer, sin embargo hay quienes todavía mantienen su vigilancia, pues los agentes de Naar tienen muchas formas y hay en Magnamund aquéllos que esperan silenciosamente en las sombras la oportunidad para realizar su malvada voluntad.</p>\r