<p>Tras la destrucción del Señor Oscuro de Helgedad, los Giaks, los más prolíficos en número de todas las tropas Gnaag, huyeron hacia el interior de las Tierras Oscuras y buscaron refugio en las gigantescas ciudades-fortaleza de Nadgazad, Aarnak, Gournen, y Kaag. Dentro de cada uno de estos feudos infernales estallaron intensos combates a causa de los Xaghash (Señores Oscuros menores) y los Nadziranim (practicantes malignos de la magia de la Mano-Derecha quienes una vez ayudaron a los propios Señores Oscuros maestros) que luchaban por el control. Es extensamente conocido que con el tiempo los Ancianos Magos y los Druidas alcanzarán los muros de estas fortalezas trayendo a los ocupantes su esperada extinción.</p>\r
<p>Por otra parte, a lo largo del norte de Magnamund, reina la paz de los vencedores y las gentes de los Reinos Libres se regocijan sabiendo que la edad de los Señores Oscuros finalmente ha llegado a su fin. De buena gana, los hombres han cambiado sus espadas por azadones y sus escudos por arados, y ahora las únicas marchas que realizan es a lo largo de los surcos de sus campos recién arados. Pocos son los ojos vigilantes que observan el distante horizonte con el temor de lo que pueda aparecer, aunque hay todavía algunos que mantienen su vigilancia, por los agentes de Naar que vienen disfrazados y esperan pacientemente en las sombras la oportunidad de hacer un pacto maligno.</p>\r
<p>Hace apenas seis meses los malignos Druidas Cener de Ruel intentaron llevar a cabo la venganza de Naar. Secretamente, en los laboratorios de su vil fortaleza de Mogaruith, habían trabajado para crear una virulenta plaga capaz de matar a todo ser viviente sobre Magnamund, exceptuando a su propia raza. Noticias de su terrible plan llegaron a Lord Rimoah quien inmediatamente instó a los gobernantes de las Tierras Libres a alzar sus ejércitos e invadir Ruel. Cumplieron rápidamente, pero la invasión terminó en desastre. Siete mil hombres luchando entraron en Ruel con la intención de asaltar la fortaleza de Mogaruith y arrasarla hasta los cimientos. Siete mil marcharon hacia el reino oscuro; solo setenta salieron con vida. Los Ceners estaban a pocos días de perfeccionar su arma definitiva cuando asumiste el reto y te aventuraste solo en Mogaruith. A pesar de las abrumadoras dificultades frustraste su maligno plan destruyendo el virus y los medios por los cuales fue creado.</p>\r
<p>Tras la destrucción del Señor Oscuro de Helgedad, los Giaks, los más prolíficos en número de todas las tropas Gnaag, huyeron hacia el interior de las Tierras Oscuras y buscaron refugio en las gigantescas ciudades-fortaleza de Nadgazad, Aarnak, Gournen, y Kaag. Dentro de cada uno de estos feudos infernales estallaron intensos combates a causa de los Xaghash (Señores Oscuros menores) y los Nadziranim (practicantes malignos de la magia de la Mano-Derecha quienes una vez ayudaron a los propios Señores Oscuros maestros) que luchaban por el control. Es extensamente conocido que con el tiempo los Ancianos Magos y los Druidas alcanzarán los muros de estas fortalezas trayendo a los ocupantes su esperada extinción.</p>\r
<p>Por otra parte, a lo largo del norte de Magnamund, reina la paz de los vencedores y las gentes de los Reinos Libres se regocijan sabiendo que la edad de los Señores Oscuros finalmente ha llegado a su fin. De buena gana, los hombres han cambiado sus espadas por azadones y sus escudos por arados, y ahora las únicas marchas que realizan es a lo largo de los surcos de sus campos recién arados. Pocos son los ojos vigilantes que observan el distante horizonte con el temor de lo que pueda aparecer, aunque hay todavía algunos que mantienen su vigilancia, por los agentes de Naar que vienen disfrazados y esperan pacientemente en las sombras la oportunidad de hacer un pacto maligno.</p>\r
<p>Hace apenas seis meses los malignos Druidas Cener de Ruel intentaron llevar a cabo la venganza de Naar. Secretamente, en los laboratorios de su vil fortaleza de Mogaruith, habían trabajado para crear una virulenta plaga capaz de matar a todo ser viviente sobre Magnamund, exceptuando a su propia raza. Noticias de su terrible plan llegaron a Lord Rimoah quien inmediatamente instó a los gobernantes de las Tierras Libres a alzar sus ejércitos e invadir Ruel. Cumplieron rápidamente, pero la invasión terminó en desastre. Siete mil hombres luchando entraron en Ruel con la intención de asaltar la fortaleza de Mogaruith y arrasarla hasta los cimientos. Siete mil marcharon hacia el reino oscuro; solo setenta salieron con vida. Los Ceners estaban a pocos días de perfeccionar su arma definitiva cuando asumiste el reto y te aventuraste solo en Mogaruith. A pesar de las abrumadoras dificultades frustraste su maligno plan destruyendo el virus y los medios por los cuales fue creado.</p>\r