- <p>Regresas para recoger a Banedon; entonces, una vez está seguro sobre tus hombros, subes las escaleras y con rapidez atraviesas el arco. Un túnel revestido con ricos paneles de madera que van conduciendo a una cámara donde ocho pequeños ramales se bifurcan en todas las direcciones. Escaneas las salidas y un familiar miedo vuelve a ostigarte, un miedo que te dice que nunca saldrás vivo de Kaag.</p>\r
- <p>Usando tus condiciones innatas de curación, tratas una vez más de revivir a Banedon. Recuerdas que una vez, en una clase en el Monasterio del Kai, Banedon conjuró una vision del monasterio y sus alrededores. Eras capaz de verte a ti mismo en miniatura, permaneciendo en tus aposentos como si fueras una figurilla en una casa de muñecas. Si él fuese capaz de invocar semejante hechizo aquí en Kaag, podrías ser capaz de situar tu posición y planear una ruta de escape.</p>\r
- <p>Haciendo acopio de tus habilidades, impones tus manos sobre el pecho de Banedon y le transmites tu energía directamente a su corazón. (Reduce tu <typ class="attribute">RESISTENCIA</typ> en 3 puntos.) Gradualmente Banedon recupera la consciencia y, mientras su vigor retorna, gracias a tus poderes curativos, él podrá garantizarte tu solicitud. Sobre el suelo de la cámara Banedón recrea una visión tridimensional de Kaag. Gradualmente esta vision se expande hasta que consigues verte a ti mismo, de rodillas en el suelo de la cámara sobre uno de los niveles superiores de la cuidadela central. La visión viene y se va, pero no sin conseguir encontrar la vías de salida más rápida de este terrible lugar.</p>\r
+ <p>Regresas para recoger a Banedon; entonces, una vez está seguro sobre tus hombros, subes las escaleras y con rapidez atraviesas el arco. Un túnel revestido con ricos paneles de madera que van conduciendo a una cámara donde ocho pequeños ramales se bifurcan en todas las direcciones. Escaneas las salidas y un familiar miedo vuelve a hostigarte, un miedo que te dice que nunca saldrás vivo de Kaag.</p>\r
+ <p>Usando tus condiciones innatas de curación, tratas una vez más de revivir a Banedon. Recuerdas que una vez, en una clase en el Monasterio del Kai, Banedon conjuró una visión del monasterio y sus alrededores. Eras capaz de verte a ti mismo en miniatura, permaneciendo en tus aposentos como si fueras una figurilla en una casa de muñecas. Si él fuese capaz de invocar semejante hechizo aquí en Kaag, podrías ser capaz de situar tu posición y planear una ruta de escape.</p>\r
+ <p>Haciendo acopio de tus habilidades, impones tus manos sobre el pecho de Banedon y le transmites tu energía directamente a su corazón. (Reduce tu <typ class="attribute">RESISTENCIA</typ> en 3 puntos.) Gradualmente Banedon recupera la consciencia y, mientras su vigor retorna, gracias a tus poderes curativos, él podrá garantizarte tu solicitud. Sobre el suelo de la cámara Banedon recrea una visión tridimensional de Kaag. Gradualmente esta visión se expande hasta que consigues verte a ti mismo, de rodillas en el suelo de la cámara sobre uno de los niveles superiores de la ciudadela central. La visión viene y se va, pero no sin conseguir encontrar la vías de salida más rápida de este terrible lugar.</p>\r