<data>
<p>La viscosa criatura lanza un prolongado y horrible alarido y cae muerta. Estás a punto de dejarte vencer por el pánico. A gatas te acercas al cadáver de la bestia y le arrancas de las mandíbulas lo que crees que es tu cinturón. A lo lejos ves luz y corres hacia allí lo más velozmente que te es posible. Cuando por fin sales al aire libre te desplomas en el suelo cubierto de hojas y jadeando tratas de recuperar el aliento.</p>
<p>Poco a poco te incorporas y compruebas que sigues llevando puesto el cinturón: después de todo no lo habías perdido. Lo que has arrancado de las fauces del alacrán zapador es una correa de cuero con una pequeña bolsa y una Daga en su funda colgando del medio de la correa. Rompes la hebilla y encuentras en su interior 20 Coronas de oro. Puedes quedarte con la Daga y con las Coronas de oro si eres capaz de hacerlo.</p>
<data>
<p>La viscosa criatura lanza un prolongado y horrible alarido y cae muerta. Estás a punto de dejarte vencer por el pánico. A gatas te acercas al cadáver de la bestia y le arrancas de las mandíbulas lo que crees que es tu cinturón. A lo lejos ves luz y corres hacia allí lo más velozmente que te es posible. Cuando por fin sales al aire libre te desplomas en el suelo cubierto de hojas y jadeando tratas de recuperar el aliento.</p>
<p>Poco a poco te incorporas y compruebas que sigues llevando puesto el cinturón: después de todo no lo habías perdido. Lo que has arrancado de las fauces del alacrán zapador es una correa de cuero con una pequeña bolsa y una Daga en su funda colgando del medio de la correa. Rompes la hebilla y encuentras en su interior 20 Coronas de oro. Puedes quedarte con la Daga y con las Coronas de oro si eres capaz de hacerlo.</p>