<p>La corte de la reina Evaine se sentiría muy honrada en acogerte, pero el secreto es vital para el éxito de tu empresa. En consecuencia, rehuyes el palacio real y te alojas en una humilde taberna de los muelles. Allí buscas el modo de llegar hasta Eru a bordo de un bergantín que parte rumbo a Humbold, la capital de Eru, con la marea del mediodía siguiente. En cuanto llegas, te diriges al barrio viejo de la ciudad, en donde los Ancianos Magos te han preparado una reunión clandestina con el Príncipe Graygor. Este joven te aguarda pacientemente en el sótano de un almacén abandonado. Como tú, viste ropas de mensajero para poder ir de incógnito por las calles de la población. Te saluda, disponiendo su mano en diagonal sobre su pecho, y te asegura que sólo él conoce tu verdadera identidad. Durante más de una hora estudiáis tus planes y escuchas el relato que el Príncipe te hace de los acontecimientos que quebraron la paz de Eru. Hace dos años, renegados drakkarim de las Hammerlands atacaron y conquistaron su ciudad septentrional de Luomi. Los habitantes fueron exterminados y el sagrado templo de Luomi, en torno del cual se fundó la urbe, fue saqueado y quemado hasta los cimientos. Sólo recientemente había sabido de los Ancianos Magos que el antiguo templo conservaba la Piedra de la Ciencia de Luomi, una de las tres ahora guardadas en Torgar. En el momento del ataque, el ejército del Príncipe era demasiado menguado para rechazar a los invasores y se vio obligado a abandonar la ciudad, así como la población fronteriza de Cetza. Pero en el pasado mes sus fuerzas se habían unido con las del rey Sarnac de Lencia y juntas habían recobrado Luomi y obligado a retroceder al barón Shinzar y a sus rebeldes de las Hammerlands hasta Cetza, a menos de cincuenta kilómetros de la frontera.</p>\r
<p>El Príncipe te invita a acompañarle a Luomi, en donde ha de volver a desempeñar el mando de su ejército y conducirlo al combate. Te proporciona un excelente corcel eruano y un nuevo disfraz que te permitirá viajar por Eru sin llamar la atención sobre tu persona.</p>\r
<p>Vestido como un rastreador eruano, miembro de una selecta unidad que opera en los abruptos territorios próximos a la Ciénaga Infernal, cabalgas hacia el norte con el séquito del Príncipe y llegas a la ciudad cinco días más tarde. Casas, cuadras, tabernas y el propio Ayuntamiento rebosan de caballeros y guerreros. Mas, a pesar del hacinamiento y de la escasez de sus raciones, los soldados de Eru y de Lencia tienen una excelente moral porque al día siguiente marcharán contra un enemigo al que ya han vencido en combate y la mayoría se muestran ansiosos de concluir la tarea de una vez por todas. Te alojan en la ciudadela principal de Luomi y aquella noche, tras haber celebrado el Príncipe un consejo de guerra con el rey Sarnac, te reúnes con él a solas para hablar de la siguiente etapa de tu búsqueda.</p>\r
<p>La corte de la reina Evaine se sentiría muy honrada en acogerte, pero el secreto es vital para el éxito de tu empresa. En consecuencia, rehuyes el palacio real y te alojas en una humilde taberna de los muelles. Allí buscas el modo de llegar hasta Eru a bordo de un bergantín que parte rumbo a Humbold, la capital de Eru, con la marea del mediodía siguiente. En cuanto llegas, te diriges al barrio viejo de la ciudad, en donde los Ancianos Magos te han preparado una reunión clandestina con el Príncipe Graygor. Este joven te aguarda pacientemente en el sótano de un almacén abandonado. Como tú, viste ropas de mensajero para poder ir de incógnito por las calles de la población. Te saluda, disponiendo su mano en diagonal sobre su pecho, y te asegura que sólo él conoce tu verdadera identidad. Durante más de una hora estudiáis tus planes y escuchas el relato que el Príncipe te hace de los acontecimientos que quebraron la paz de Eru. Hace dos años, renegados drakkarim de las Hammerlands atacaron y conquistaron su ciudad septentrional de Luomi. Los habitantes fueron exterminados y el sagrado templo de Luomi, en torno del cual se fundó la urbe, fue saqueado y quemado hasta los cimientos. Sólo recientemente había sabido de los Ancianos Magos que el antiguo templo conservaba la Piedra de la Ciencia de Luomi, una de las tres ahora guardadas en Torgar. En el momento del ataque, el ejército del Príncipe era demasiado menguado para rechazar a los invasores y se vio obligado a abandonar la ciudad, así como la población fronteriza de Cetza. Pero en el pasado mes sus fuerzas se habían unido con las del rey Sarnac de Lencia y juntas habían recobrado Luomi y obligado a retroceder al barón Shinzar y a sus rebeldes de las Hammerlands hasta Cetza, a menos de cincuenta kilómetros de la frontera.</p>\r
<p>El Príncipe te invita a acompañarle a Luomi, en donde ha de volver a desempeñar el mando de su ejército y conducirlo al combate. Te proporciona un excelente corcel eruano y un nuevo disfraz que te permitirá viajar por Eru sin llamar la atención sobre tu persona.</p>\r
<p>Vestido como un rastreador eruano, miembro de una selecta unidad que opera en los abruptos territorios próximos a la Ciénaga Infernal, cabalgas hacia el norte con el séquito del Príncipe y llegas a la ciudad cinco días más tarde. Casas, cuadras, tabernas y el propio Ayuntamiento rebosan de caballeros y guerreros. Mas, a pesar del hacinamiento y de la escasez de sus raciones, los soldados de Eru y de Lencia tienen una excelente moral porque al día siguiente marcharán contra un enemigo al que ya han vencido en combate y la mayoría se muestran ansiosos de concluir la tarea de una vez por todas. Te alojan en la ciudadela principal de Luomi y aquella noche, tras haber celebrado el Príncipe un consejo de guerra con el rey Sarnac, te reúnes con él a solas para hablar de la siguiente etapa de tu búsqueda.</p>\r